QUE SE ESCONDE BAJO EL SLOGAN “LIBERTAD DE ELECCIÓN”

9 octubre, 2018

Resulta propicio el inicio de curso para volver a airear las consignas que parecen dar algún resultado, a juzgar por la insistencia en repetirlas una y otra vez. Pensando probablemente en esa supuesta eficacia, próximas ya las elecciones municipales, el Partido Popular retoma, en este caso por la vía de la presentación de una propuesta en el pasado pleno municipal, la tan traída y llevada “libertad de elección”, aplicada en este caso al campo educativo.

Como suele ser habitual, en la tergiversación necesaria para enmarañar se vierten afirmaciones que, dichas con un poco de desparpajo, parecen sentar cátedra. Una de ellas, nombrar a la Constitución como la garante de este derecho.

Pero en modo alguno se contempla en nuestra Constitución la posibilidad de que las familias, para poder hacer uso del mismo, deban recibir una ayuda pública que facilite elegir entre ambas redes, pública y privada, ni que ésta última deba ser financiada con fondos públicos.

El sistema de conciertos educativos se planteó en nuestro país como una medida transitoria, como complemento a una red pública, ante la insuficiencia de centros públicos que existían en España a principios de los años 80, cuando el derecho a la Educación se hizo universal. Sin embargo, hoy es muy factible la desaparición paulatina y no traumática de los conciertos educativos, y debería ser un objetivo del estado dedicar los fondos públicos a que esto sea una realidad lo antes posible.

Pero no pretende In-Par con estas breves referencias a la refriega, alimentar este falso debate, sino más bien, compartir con todos algunas ideas centrales que a nuestro juicio están en el fondo de esta cuestión.

A nuestro juicio, la misión del Estado como garante del derecho a la educación no debe garantizar la libre elección de centro, sino convertir esa libertad de elección en irrelevante. Si hay una red pública en la que todos los centros ofrecen una educación de la máxima calidad, entonces no hay ninguna razón para preferir un centro a otro y la libertad de elección se convierte en una libertad superflua.

La educación es un derecho que debe garantizarse a todos por igual, un derecho que se fundamenta sobre la idea de igualdad de oportunidades y donde la condición de las personas no debe determinar su destino. Admitiendo esto, no tiene ningún sentido que los centros educativos compitan entre sí para que sus potenciales usuarios elijan los que ofrezcan un servicio de mayor calidad. Si la educación es un derecho, entonces debe ser garantizado para todos por igual y en las mismas condiciones para todos. En este sentido, una sociedad comprometida con el derecho a la educación como eje de la igualdad de oportunidades debe aspirar en la medida de lo posible, a que todos los centros educativos den una educación de la máxima calidad.

Otra idea mediante la que se defiende la libertad de elección en educación está basada en el derecho de las familias a elegir la educación religiosa y moral de sus hijos e hijas. Y, por supuesto, ¡faltaría más! Imaginemos que alguno de nosotros quisiésemos educar a nuestros hijos en el ateísmo y al mismo tiempo, se nos obligase a matricularlos en un centro educativo de ideario católico. Sería una intromisión intolerable en el derecho de las personas a elegir su propia concepción del bien y a tener las creencias religiosas que consideren. Que tengamos derecho a educar a nuestros hijos e hijas en una concepción de la vida humana atea, por ejemplo, no implica en ningún momento que tenga derecho a que el Estado garantice que yo pueda matricular a mis hijos en un centro de ideario ateo.

Si creemos que nadie, ni el Estado, debe poder entrometerse en la educación moral y religiosa de nuestros hijos, lo coherente seria pensar que los “centros sostenidos con fondos públicos” no deban tener ningún ideario concreto.

En conclusión la libertad de elección no es sólo un eslogan que emplean los defensores de los conciertos educativos para ocultar sus verdaderos fines. No es únicamente una forma de ocultar que defienden hacer de la educación pública un negocio privado y convertirla en un sistema educativo segregador, clasista y racista en el que los hijos e hijas de las familias de clase media no tengan que convivir en las aulas con pobres, moros y gitanos. En cuanto escarbamos un poco bajo el concepto mismo de libertad de elección, y las argumentaciones que se utilizan para defenderlo, nos encontramos con una visión de la educación contraria a la concepción de la educación como un derecho universal y opuesta al modo correcto de entender la laicidad y la neutralidad del Estado.

Así entendemos desde Iniciativa por Aranjuez el asunto de la libre elección de centro educativo y con ello rechazamos la maniquea e interesada interpretación del Partido Popular, pretendiendo además que la posición que defendemos aparezca como una afrenta hacia los centros concertados. Tenemos muy clara la necesaria existencia de esta doble red aún a día de hoy, pero tenemos muy claro también que los dineros de todos deben ir a garantizar la calidad de la escuela pública, la de todos, y no a llenar los bolsillos de las empresas privadas.

Tras esta cortina de humo que el Partido Popular pretende desplegar se esconde una política educativa nefasta en la Comunidad de Madrid, que camina a pasos agigantados sobre la senda del deterioro de la escuela pública y el desvío del dinero de todos a las empresas privadas. Política que también en Aranjuez tiene su reflejo negativo en la masificación en las aulas y la descompensación de recursos educativos y de alumnado con una necesidad mayor de atención.

Ocasión habrá sin duda de poner los datos encima de la mesa, y ocasión habrá esperamos, más pronto que tarde, de que el consejo escolar municipal pueda analizarlos.

Por último nos parece vergonzoso e indignante que un partido que está lleno de corrupción, sometiendo a la universidad pública a un gran deterioro de su imagen, y con ello faltando el respeto a los miles de estudiantes que se esfuerzan día a día en ella, se atreva a frivolizar con el asunto de los máster y las tesis doctorales, como hacen en el último párrafo de su reciente nota de prensa.

¡Señores y señoras del partido más corrupto de este país, no tienen ustedes la más mínima decencia. Bromas al respecto, las justas!

Iniciativa por Aranjuez

4 Octubre 2018

Última vez modificado: 9 octubre, 2018

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