LEY DE CAMBIO CLIMÁTICO Y TRANSICIÓN ECOLÓGICA PROPUESTA PLENO FEBRERO 2020.

12 febrero, 2020

PROPOSICIÓN QUE PRESENTA LA AGRUPACIÓN CIUDADANA INDEPENDIENTE PARA ARANJUEZ (acipa) AL PLENO DE LA CORPORACIÓN PARA ESTUDIAR Y ADOPTAR LAS MEDIDAS NECESARIAS PARA CUMPLIR CON LOS REQUERIMIENTOS DERIVADOS DE LA APLICACIÓN DE LA FUTURA LEY DE CAMBIO CLIMÁTICO Y TRANSICIÓN ECOLÓGICA.

De entre todas las asignaturas pendientes que sigue teniendo nuestra ciudad, la movilidad (o mejor dicho, la ausencia de una estrategia de movilidad y los problemas derivados de esta carencia) es una de las más acuciantes. Nuestra ciudad ha experimentado un notable aumento de población en las dos últimas décadas (tras otras tantas de estancamiento poblacional en torno a los 40.000 habitantes) y hoy, según datos del propio Ayuntamiento, somos casi 64.000 vecinos. Una población que nos colocaría por encima de siete capitales de provincia (Teruel, Soria, Segovia, Huesca, Ávila, Cuenca y Zamora) y una capital regional (Mérida) y supone por añadidura estar entre las 145 ciudades más grandes de España, tomando como límite los 50.000 habitantes.

Precisamente, tanto a finales de la pasada legislatura (a nivel nacional) como a comienzos de esta, y dentro del borrador de medidas de la Ley de Cambio Climático y Transición Energética, se incluye una medida que contempla que “los municipios de más de 50.000 habitantes integrarán en la planificación de ordenación urbana medidas de mitigación que permitan reducir las emisiones derivadas de la movilidad”, esto es, la adopción de una batería de medidas de limitación de tráfico y reducción de emisiones, una figura similar (pero adaptada a cada ciudad) a la adoptada por la ciudad de Madrid, denominada Madrid Central. Más allá de las medidas que se proponen desde el propio Ministerio (y que tampoco son especialmente imaginativas, como por ejemplo la prioridad de los desplazamientos a pie o en bicicleta, o en medios no contaminantes) no hay demasiada concreción en estos planes, si bien más recientemente hablaban de un límite temporal hasta el año 2023 para adoptar estas medidas.

Como viene siendo habitual, todos estos cambios nos pillan con el pie cambiado, pues es sobradamente conocido por todos que Aranjuez carece por completo de un Plan de Movilidad Urbana Sostenible. Una carencia que no es de ahora, pues jamás ha habido un estudio serio y global sobre este particular. El estudio de movilidad de 2006 no nos puede servir de modelo, en primer lugar por desfasado, y en segundo lugar por carecer de las características que debe tener todo PMUS, en especial aquellas relacionadas con la participación.

En 2017 desde acipa presentamos una proposición para que, en colaboración con el tejido productivo de Aranjuez, asociaciones de vecinos, centros educativos, ampas, sectores del transporte, entre otros… se elaborase un PMUS (analizando también el grado de desarrollo de las estrategias anteriores, las repercusiones en materia de movilidad que podría tener sobre el tejido comercial y las estrategias a seguir de cara a futuro, en relación con nuevos desarrollos urbanísticos. La convocatoria del Consejo de Transportes, Tráfico y Movilidad (Pacto por la Movilidad) debía servir como instrumento canalizador de sugerencias y alegaciones de cara a la elaboración del nuevo documento.

Esta proposición se presentó en enero de 2017 y, pese a su aprobación unánime, desconocemos absolutamente qué proyecto existe (o debería existir) sobre este particular. Las reuniones mantenidas en el seno del Pacto no parecen haber ahondado mucho en las necesidades planteadas, y desconocemos las estrategias marcadas en la pasada legislatura (insistimos, si es que existen).

Las prisas no suelen ser buenas consejeras, y más en una ciudad como Aranjuez en la que cualquier trámite urbanístico supone una tarea casi hercúlea, por el sinfín de administraciones que deben evacuar informes, entre otras consideraciones que nos preferimos ahorrar. No tener los deberes hechos (insistimos, hasta donde sabemos) supone que cualquier medida que toque adoptar cueste muchísimo más, y más si cabe si nos la imponen desde otra administración.

Eso sí, también sería deseable que la misma administración que nos impone las medidas fuese lo suficientemente eficiente y rápida para no tener empantanadas desde hace más de 8 meses las obras de accesibilidad de la estación, así como el Plan de Cercanías (el de 2009 ha sido desechado ya en dos ocasiones, y gobiernos de todos los colores no han sido capaces de ponerlo en marcha) De medidas como la creación de una plataforma para el transporte colectivo (Bus-VAO) en la autovía A-4, propuesta hace casi 15 años, mejor no hablar.

Porque las iniciativas encaminadas a la mejora de la movilidad, la creación de espacios peatonales y plataformas de transporte público tardan en cristalizar por la gran cantidad de colectivos implicados, con intereses a menudo contrapuestos. La conformación urbana actual de la ciudad de Aranjuez tampoco ayuda a la hora de aplicar estas medidas. Gran parte del tráfico pasante (los desplazamientos de un extremo a otro de la ciudad) pasa en buena medida por el centro de la ciudad, las calles Abastos y Gobernador siguen canalizando buena parte del tráfico este-oeste y la calle del Rey ha asumido el papel de vía urbana de gran capacidad cuando este lo debería haber asumido una vía de circunvalación. Vía cuya génesis se antoja complicada por la orografía, la existencia de construcciones y la protección de los bienes patrimoniales y medioambientales existentes.

Ya en diversas ciudades medidas similares han despertado la inquietud de colectivos dedicados al transporte de mercancías (en especial aquellos sectores implicados en el abastecimiento al pequeño comercio) y al propio comercio de proximidad en sí, por no mencionar a otros sectores como el hostelero o industrial. Las medidas que nos van a exigir aplicar desde el gobierno central no pueden partir de la improvisación, de colocar bolardos o vallas sin más, o a restringir el tráfico sin un estudio serio detrás. Y la experiencia nos dice que cualquier actuación (y más en Aranjuez, y más en entornos sensibles) lleva más tiempo que en otros lugares. Conviene no demorarse a la hora de estudiarlas, y aplicarlas.

Al final de la pasada legislatura presentamos una proposición, que fue aceptada por el gobierno, para que se realizase un estudio pormenorizado del impacto en el tejido comercial de las obras del acceso norte (dentro de un estudio global de movilidad) y que se convocase en un plazo no superior a un mes del Pacto de la movilidad. Este aún sigue sin convocarse, y entendemos (tal y como hemos dicho más arriba) que es el foro adecuado para recabar sugerencias, opiniones y también para informar de lo que implicarán las medidas necesarias para cumplir con las exigencias que nos puedan hacer desde el gobierno central en materia de bajas emisiones y movilidad. Un anteproyecto de Ley de Cambio Climático y Transición Energética que previsiblemente llegará al Congreso para su debate y que muy previsiblemente será aprobada, por lo que conviene tener ya presentes las medidas a adoptar.

 Por todo ello, La Agrupación Ciudadana Independiente para Aranjuez (acipa) eleva al Pleno de la Corporación la siguiente Propuesta, solicitando al Equipo de Gobierno:

  • Que se convoque el Consejo de Transportes, Tráfico y Movilidad (Pacto por la Movilidad) a la mayor brevedad posible, contando con la presencia de los grupos políticos y asociaciones ciudadanas, así como de aquellos colectivos que puedan verse más afectados por las exigencias derivadas de la aplicación de la Ley de Cambio Climático y Transición Energética (aún en tramitación)
  •  Que se coordinen dichas reuniones con las que se vayan a tomar del Consejo Asesor de Comercio y Hostelería, para que las medidas acordadas o planteadas en el Pacto de la Movilidad puedan ser conocidas por todo el tejido productivo de nuestra localidad.

 

Última vez modificado: 12 febrero, 2020

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